IMPRESIONES DE UNOS MAYORDOMOS-AÑO 2016

El orgullo por representar a tu pueblo en las fiestas de la patrona es el primer sentimiento que aflora al repasar los días vividos como mayordomos. No es solo conservar una tradición recibida de los antepasados, es también la alegría por ayudar a revivir momentos irrepetibles que únicamente las fiestas nos dan. Además fue una ocasión excelente para unir a toda la familia cuando son pocas las ocasiones que se presentan, entierros aparte.
Todos nosotros estuvimos pendientes desde el mes de Mayo, día de San Isidro, día de la Subida de La Virgen de Sopeña, desde su ermita a la iglesia, hasta finalizar las fiestas en su honor, el primer lunes después del primer domingo de Septiembre. En estos meses hubo que cambiar las velas y las flores unas cuantas veces, pero no importaba. Hubo que limpiar la ermita, la iglesia y sus entornos, pero no importaba. Hubo que encargar rosquillas para que el día de la rifa estuvieran a la altura de las expectativas de un pueblo acostumbrado a las excelencias. Hubo que pujar en la rifa para subir el precio final, pero no importaba. Solo nos importaba que las fiestas fueran como siempre han sido: un momento para la unión y la alegría de un pueblo que año tras año cumple con su Virgen de Sopeña. No importaba que ninguno de los mayordomos vivieran en el pueblo o que ni siquiera estuvieran empadronados en Añavieja. El cariño y la ilusión fueran inigualables. Cuando entregamos a la tía Adela las llaves de la ermita, después de quedar todo limpio y ordenado, una satisfacción enorme nos invadía. Es una suerte contar en el pueblo con mujeres que se encargan de limpiar la iglesia, de llevar flores a la Virgen, de transmitir el listado de obligaciones a los mayordomos, de guiarles en sus dudas, de ayudarles en todo momento. Gracias a la tía Adela y a todas ellas. Con ellas, la tradición no se perderá jamás. Añadimos la plegaria que dedicamos a la Virgen de Sopeña el dia de la Salve. Muchos
comentaron que fue como el pregón de fiestas. No estaría mal que en años sucesivos los mayordomos hicieran algo parecido.

Autor: Pablo Pascual López.

PLEGARIA A LA VIRGEN DE SOPEÑA

Permitidme que en nombre de todos, de los mayordomos y del pueblo de Añavieja, eleve una plegaria a la Virgen.
“No sabemos qué tienes, Virgen de Sopeña, que la emoción nos envuelve cuando escuchamos tu Salve. No sabemos qué tienes, Virgen de Añavieja, que la víspera de tus fiestas congregas a todo el pueblo ante tí; que tu sonrisa nos ilumina todo el año y eres nuestro refugio en los momentos tristes. Sabemos que escuchas a tus fieles de Añavieja. Por eso, te suplicamos, te imploramos, Virgen de Sopeña, que desaparezcan los egoísmos de la faz de tu pueblo y que la alegría y unión de estas tus fiestas se propague eternamente; que tu manto nos cobije siempre, en especial a los enfermos que este año no pueden disfrutar de las fiestas , a los que viven día tras día en el pueblo y nos transmiten su cariño hacia tí, y al puñado de mujeres de Añavieja que mantienen limpia tu iglesia y tu imagen florida.”
Para acabar, los mayordomos queremos animar a todos a participar con ilusión en los actos, y queremos felicitaros las fiestas.
¡Felices Fiestas!